Chequeos rutinarios alertan sobre el cáncer de próstata

El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en hombres. Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer de Estados Unidos, se estima que para este año 2019 se reportarán 31,620 muertes a causa de esta enfermedad, solo en este país.

Erick Grullón, urólogo de los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), asegura que este tumor es causado por mutaciones del ADN de células anormales que causan que estas crezcan y se multipliquen más rápido que las normales.

“Estas células anormales continúan viviendo, mientras que las normales van muriendo. Su agrupamiento llega a formar un tumor que puede invadir tejido adyacente y en algunos casos, desprenderse hacia otras partes del organismo masculino y provocar lo que es conocido como metástasis”, analiza Grullón.

El más frecuente

Insiste que esta enfermedad es la causa más frecuente de muerte por cáncer en hombres en el país y que, por lo general, se presenta de manera silente y no manifiesta síntomas hasta que ya se encuentra en una etapa avanzada o se tiene metástasis óseas o de órganos vecinos.

El urólogo explica que los hombres con mayores probabilidades de padecer esta enfermedad son aquellos con antecedentes familiares con descendientes directos como padres o hermanos que han padecido cáncer de próstata. También tiene más posibilidades de desarrollarla aquellos que tienen un familiar con genes que aumentan el cáncer de mama como el BRCA1 y BRCA2.

Cita como factor importante, la edad, pues, a medida que esta avanza, aumenta el riesgo de padecerlo, por lo que recomienda a pacientes por encima de los 40 años de edad, evaluarse anualmente.

Según el especialista, influye también la raza, al demostrarse que los pacientes de etnia negra tienen un mayor riesgo de padecer este tipo de tumor y cuando se evidencia también tiene la particularidad de ser más agresivo que en la raza blanca.

Agrega, además, que la obesidad podría incidir en este cáncer, debido a que se ha visto que los obesos tienen más probabilidad de desarrollarlo y, por lo general, en estadio más agresivo.

Señales de alerta

Sobre los síntomas de esta enfermedad, el urólogo afirma que no suelen ser específicos, por lo que muchas veces no son perceptivos; pero en ocasiones van muy de la mano con los producidos por la hiperplasia benigna de próstata, como son incremento en la micción (orinar), sobre todo en las noches, urgencia miccional y presencia de sangre en el eyaculado.

Al hablar de las opciones de tratamiento, una vez diagnosticada, el especialista señala que actualmente se cuenta con diversas opciones para el abordaje de la misma.

Especifica que los tratamientos van a depender de la etapa en la que se haga el diagnóstico, edad y comorbilidades del paciente y que van desde el simple seguimiento bajo observación y seguimiento periódico del comportamiento del cáncer o “Active Surveillance” (vigilancia activa), hormonoterapias, hasta cirugías (prostatectomía radical de próstata) por vía abiertas, laparoscópicas y robóticas, braquiterapia o implante de semillas radioactivas y radioterapia.

Por último, cita las terapias de manejo clínico cuando ya hay recidiva bioquímica (reactivación de la enfermedad), para prevenir la presencia de metástasis de esta patología, se utilizan medicamentos como la Abiraterona y recientemente la Apalutamida.

Hábitos saludables

En el Cedimat realizamos la mayoría de los tratamientos que citamos en el artículo. Sobre si es posible prevenirlo, aun no se puede decir a ciencia cierta que una dieta específica podría evitarlo, pero una alimentación saludable con frutas y baja en grasa, cereales integrales y vegetales con abundantes nutrientes y vitaminas puede, en sentido general, contribuir a mejorar el estado general de la salud.

Evidentemente, evitar las infecciones de transmisión sexual que puedan afectar la próstata, como las prostatitis recurrentes, también podría ayudar a evitar la enfermedad.

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