GUATEMALA: HABRÁ SEGUNDA VUELTA DE LAS PRESIDENCIALES

GUATEMALA (AP) — Con el 78.78 % de los votos emitidos en las elecciones generales de Guatemala escrutados, los resultados dan como virtual ganador de la primera ronda al cómico y actor Jimmy Morales, que deberá enfrentarse en una segunda vuelta a un rival aún desconocido.

El Tribunal Supremo Electoral anunció a medianoche del domingo que Jimmy Morales, candidato presidencial del partido Frente de Convergencia Nacional, obtuvo el 26.64 % del total de los votos, sin embargo los porcentajes fueron ajustándose y hora y media después tenía 25.99%.

A su llegada al Centro de Cómputo del Tribunal Supremo Electoral, Morales dijo que estaba satisfecho, pero que prefería que no hubiera segunda vuelta.

«La población está demostrando que no es lo que quieren para el futuro, una agrupación como esa», dijo Morales en referencia al partido Líder.

Sus contrincantes más cercanos son Manuel Baldizón del partido Libertad Democrática Renovada (Líder) con un 18,43% de los votos, y Sandra Torres Casanova, Partido Unidad Nacional de la Esperanza, quien recibió un 17,67% de los apoyos. Uno de ellos será el rival de Morales en la segunda vuelta, que se celebrará el próximo 25 de octubre.

Rudy Marlon Pineda, presidente del Tribunal Supremo Electoral, presentó en conferencia de prensa el resultado que confirma la tendencia de las elecciones y llamó a la ciudadanía a mantener la calma.

«Llamó a los ciudadanos a la calma hasta que tengamos toda la información», dijo Pineda y agregó que hasta el lunes a mediodía no se darán los resultados finales.

Manfredo Marroquín, de la organización Mirador Electoral, que observó el proceso llamó a respetar los resultados.

Las elecciones presidenciales de Guatemala celebradas el domingo contaron con la histórica participación de casi el 80% de los electores, días después de que el mandatario del país centroamericano renunciara por un escándalo de corrupción.

Álvaro Arzú, también fue reelecto por cuarta vez como alcalde de la ciudad capital.

En el municipio de Mixco, el más grande del departamento de Guatemala, se eligió a Neto Bran en sustitución de Otto Pérez Leal, hijo del ex presidente Otto Pérez Molina.

Según Christian Castillo, analista del Instituto de Problemas de la Universidad de San Carlos, el voto a favor de Morales refleja el descontento de la población. Apunta a que el resultado se trataría de «un voto de castigo» por el descontento del pueblo con los políticos tradicionales, que habría optado por un cómico sin experiencia en la función pública.

Los guatemaltecos también votaron para elegir los representantes del Parlamento Centroamericano.

«Tenemos información de un 78% de afluencia de votantes, lo que sería histórico. Nos deja con mucha satisfacción», dijo a The Associated Press María Eugenia Mijangos, magistrada del Tribunal Supremo Electoral, que agregó que la cifra debería ser confirmada más tarde.

Juan Pablo Corlazzoli, jefe de la misión de observación de la OEA, dijo que la afluencia era muy importante y reflejaba el interés de la población guatemalteca en seguir construyendo su democracia.

Para el analista Renzo Rosal, catedrático de la Universidad Rafael Landívar, «una de las motivaciones es que la participación se transforme en hechos concretos».

Agregó que «si no hubiera pasado lo de Otto Pérez, las elecciones hubieran resultado con mayor número de incertidumbre».

Se trató de unas elecciones atípicas que enfrentaban a más de una decena de candidatos a la presidencia que tenían la misión de cortejar a los votantes de una nación que puso tras las rejas a su último mandatario menos de una semana atrás.

La mayoría eran candidatos provenientes de la clase política tradicional guatemalteca frente a un electorado escéptico que quería posponerlas para conseguir un mejor grupo de contendientes.

Baldizón, de 45 años, se mantuvo al frente de las encuestas con cerca del 30% de respaldo y ha reconocido el hartazgo que sienten los guatemaltecos con la delincuencia, la corrupción y la impunidad. Promete una «modernización del Estado democrático» para reformar el gobierno y combatir la pobreza y la desigualdad social.

Pero su campaña violó los topes legales de financiación e hizo caso omiso una orden para que dejara de gastar dinero en la contienda. Su compañero de fórmula está acusado de asociación ilícita y tráfico de influencias. Pero por ser candidato goza de inmunidad judicial, no puede ser juzgado y sigue en la contienda electoral.

Las elecciones se adelantaron tras enfrentar una profunda crisis política en la que Pérez Molina y su vicepresidenta Roxana Baldetti se vieron obligados a renunciar y se encuentran en la cárcel, luego de que estallara un escándalo por una red de corrupción en la Aduana.

Alrededor de las tres más de la mitad de los guatemaltecos aptos para votar habían acudido a las urnas a emitir su sufragio, en la jornada que elige a 158 diputados al Congreso unicameral y 338 alcaldes.

Tras el cierre de la votación la Fiscal General Thelma Aldana dijo que alrededor de 1,200 denuncias fueron presentadas en el marco de las elecciones, que, serán investigadas a partir del lunes.

En el municipio de Patzún, departamento de Chimaltenango a 80 kilómetros al norte de la capital, cientos de vecinos quemaron las papeletas al cerrar un centro de votación.

Alberto Brunori, Representante en Guatemala de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas, dijo que ese tipo de violencia es «intolerable».

El empresario Salvador Paiz, que dirige la organización Guatemala Visible dijo que la entidad había recibido 1,153 denuncias por diversos hechos como acarreo de votantes, compra de votos, intimidación a votantes.

«Las denuncias fueron principalmente de los partidos Líder con un 53% de los hechos denunciados, Partido Patriota oficial con un 22 % y Unidad Nacional de la Esperanza, UNE, con un 2 %», dijo.

Antes de que el ex presidente Otto Pérez Molina fuera encarcelado, miles de guatemaltecos habían salido a las calles para exigirle que renunciara por los escándalos de corrupción que fueron denunciados dentro de su administración.

La fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, un organismo de Naciones Unidas, desarticularon una red que defraudó al fisco por millones de dólares.

La red, conocida como «La Línea» estaba integrada por funcionarios y particulares que recibían sobornos de empresarios para que les ayudaran a evadir impuestos en sus importaciones.

Un estudio de la comisión de la ONU, sobre el financiamiento de partidos políticos guatemaltecos hecho público en julio pasado, reveló que el 25% del financiamiento viene de las estructuras criminales, sobre todo del narcotráfico, otro 25% proviene de los empresarios y un 50% son de los proveedores del Estado divididos en infinidad de entidades de distinto tamaño.

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