Controladores de tránsito aéreo lamentan trágico accidente en Punta Cana
La cantidad de fallecidos lo convierte en el mayor accidente de aviación ocurrido en el país desde febrero de 1996, cuando un B757 operado por Alas Nacionales se precipitó al océano Atlántico, instantes después de despegar de Puerto Plata.
La ADCA, comprometida con el protocolo de manejo de informaciones delicadas sobre accidentes, evita emitir juicios hasta que la Comisión de Investigación de Accidente de Aviación (CIAA), de la Junta de Aviación Civil (JAC) dicte su informe oficial, pero entiende la necesidad de exponer los puntos siguientes ante la opinión pública.
Arroyo Barril no dispone de abastecimiento de combustible para la aviación, por lo que las aeronaves que operan en esa terminal deben llegar a dicho aeropuerto con combustible suficiente para regresar. Lo que incrementa el peso operacional de la aeronave y la hace más vulnerable en caso de emergencia.
Los controladores también recordaron que Arroyo Barril carece de un vehículo de ambulancia para transportar heridos en caso de accidentes o situaciones prioritarias de salud.
«Los pilotos que operan los vuelos diarios de turistas no tienen un lugar habilitado para su descanso, por lo que deben permanecer en las inmediaciones de las aeronaves hasta que los turistas regresen al aeropuerto, después de sus paseos de casi 10 horas», afirmó ACDA, en documento de prensa.
Asimismo, que hasta hace poco, la torre de control de Arroyo Barril carecía de los sistemas elementales para la operación de una torre de control.
«Esperamos que el informe de la Junta de Aviación Civil conlleve a mejoras en el cumplimiento de normas en pro de la seguridad de las operaciones aéreas. Presentamos nuestras condolencias a los familiares de los fallecidos y a toda la comunidad aeronáutica», concluyó el parte de prensa.EFE