Activista por los derechos humanos define como un «fracaso» el plan de regularización
Su postura tiene base en el hecho de que, de las 239,000 personas que hace una semana habían sido inscritas a fines de ser regularizado su estatus migratorio, apenas 400 habían obtenido los documentos que le otorgan residencia legal en el país, “por haber reunido todos los requisitos”.
Sugirió el otorgamiento de un trato especial a los ancianos que vinieron a trabajar en las plantaciones de caña y que llegaron al país con base en acuerdos entre las autoridades haitianas y dominicanas.
Hace referencia a datos de la Encuesta Nacional de Inmigrantes que hiciera la Oficina de Estadísticas, que revelan la existencia de 458,000 inmigrantes haitianos. A su juicio, esto plantea un rezago importante, ya que alrededor de 200,000 personas no lograrían inscribirse en el plan.
Emil sostiene que al inicio del programa de regularización las autoridades dominicanas sabían que los indocumentados no podrían cumplir con todas las exigencias.
Además, tendrían culpa en el fracaso de la iniciativa muchos empresarios que se han negado a otorgar las certificaciones a sus obreros haitianos, “porque temían que si lo hacían dichos documentos podrían ser presentados ante el Ministerio de Trabajo con fines de reclamos laborales”.
El activista por los derechos humanos calificó de “muy pírrica” la cifra (400 carnets) de personas que han logrado obtener su residencia legal después de que unas 239,000 (hasta hace dos semanas) se acogieran al plan de regularización. “Por lo tanto hay que concluir que no ha sido un éxito, ha sido un fracaso”, insistió durante una entrevista en el programa D’Agenda, por Telesistema, canal 11.
Considera que aunque resulte difícil para las autoridades reconocer que el plan ha sido un fracaso, sin embargo esa es la verdad, “y por lo tanto para corregir esa situación se impone que se otorgue una prórroga para enmendar todas las deficiencias que se han presentado”.
De igual modo, sugirió el otorgamiento de un trato especial a los ancianos que vinieron a trabajar en las plantaciones de caña y que llegaron al país con base en acuerdos entre las autoridades haitianas y dominicanas. “A esas personas no se les puede aplicar los mismos requisitos que se les exige a los demás inmigrantes”, agregó.
Asimismo, reveló que el Centro Cultura a su cargo ha recibido informaciones sobre exigencia de dinero a cambio de inscripción en el plan de regularización, pero además, asegura que “ya hay bandas de delincuentes que están ubicando los bienes de inmigrantes haitianos que podrán ser deportados para apropiarse de los mismos”.
De igual modo, asegura que el personal reclutado para llevar a cabo las repatriaciones son ex policías, ex militares y ex empleados de la Dirección de Migración, expertos en extorsión.