Exgobernador liberal ruso es condenado a ocho años de cárcel por soborno

EFE
Moscú

El exgobernador de la región rusa de Kírov, Nikita Belij, antiguo opositor al Kremlin, fue condenado hoy a ocho años de cárcel por recibir sobornos, cargo que él consideró «absurdo».

La juez dictaminó que Belij, antaño compañero de partido del asesinado Borís Nemtsov, recibió sobornos de varios empresarios y le castigó también con una multa de 48 millones de rublos (unos 700.000 euros).

Belij, de 42 años, tampoco podrá ejercer cargo público hasta tres años después de cumplir su condena, que será recurrida en breve por la defensa.

La Fiscalía pedía diez años para el condenado por aceptar sobornos por valor de 600.000 euros entre 2012 y 2016, mientras la defensa mantiene que su cliente fue víctima de una provocación con el objetivo de comprometerle.

Belij fue detenido en 2016 en un restaurante de Moscú mientras recibía supuestamente dinero de manos de un empresario a cambio de la autorización para la explotación de madera en la región de Kírov.

El tribunal tuvo que celebrar varias de sus vistas en la prisión de Matrósskaya Tishiná debido a los problemas de salud de Belij, que tuvo que ser atendido por los médicos en varias ocasiones.

Antes de ser nombrado en 2009 gobernador de Kírov por el entonces presidente ruso, Dmitri Medvédev, Belij estuvo al frente del partido Unión de Fuerzas de Derecha al que también perteneció Nemtsov, asesinado en febrero de 2015 a pocos metros del Kremlin.

Otros opositores al Kremlin le criticaron en su momento por aceptar la propuesta de Medvédev, que llegó al poder con un programa liberal, pero que sólo estuvo en el Kremlin hasta 2012, cuando fue reemplazado por el actual presidente, Vladímir Putin.

Una vez restituidas las elecciones regionales y consolidado como uno de los gobernadores más populares del país, Belij renovó su mandato tras ganar los comicios en septiembre de 2014.

Hace un mes, la Justicia rusa también condenó a ocho años de cárcel por soborno a otro liberal, el exministro de Economía Alexéi Uliukáyev, quien durante todo el proceso insistió en su inocencia y acusó al presidente de la petrolera Rosneft, Ígor Sechin, y a los servicios secretos del país, de fabricar el caso.

Algunos analistas relacionaron las condenas de dos funcionarios liberales con las luchas intestinas entre diferentes clanes de poder y la actual campaña de las elecciones presidenciales del 18 de marzo, en las que Putin aspira a la reelección.

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