Brewster dice adiós con un mensaje de amor

James -Wally- Brewster deja República Dominicana sin sabores amargos y con la certeza de que los mensajes de odio que recibió, ya sea por ser homosexual o sus críticas, no representan el “maravilloso ser humano” que es el dominicano.Así lo dejó ver el embajador de Estados Unidos en el país, que parte de manera definitiva hacia Dallas este viernes. Sus palabras durante el reconocimiento que le hizo el Ministerio de Medio Ambiente por sus aportes al país y de manera particular por su apoyo a los recursos naturales y a la lucha contra el cambio climático, fueron una especie de despedida que arrojó razones sobre su quehacer tan controvertido en el país.

Al embajador le preguntaron que si se llevaba algún tipo de resentimiento de República Dominicana, por los ataques hacia su preferencia sexual, o por abanderar críticas sobre la corrupción, la nacionalidad y el narcotráfico. “Para nada”, dijo. “No me llevo ningún sabor amargo, porque ustedes nos permitieron hacer aflorar… estos temas, que se llevaran a debate público, sostener estas conversaciones sobre estos temas importantes”, respondió y de esta manera dejó clara su intención muy bien atinada de poner sobre la palestra asuntos tan delicados.

El ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito, entregó al diplomático como reconocimiento una escultura de manatí tallada en madera que el embajador prometió llevar a Dallas. El evento se celebró en la Casa del Té del Jardín Botánico, en la capital.

Brewster terminó su discurso de agradecimiento con dos llamados: el primero a tomar acciones y medidas agresivas contra las amenazas al medio ambiente (“de no ser así perderán sus hermosas playas, sus agricultores no dispondrán de recursos”) y otro que enfatiza la igualdad. “Una última cosa… todos somos seres humanos y todos somos una familia en todo el mundo. El amor siempre ganará. Independientemente en el ámbito en que se desempeñen, sean como políticos o donde sea, somos seres humanos y recuerden que el amor siempre gana”, concluyó en un escenario que tuvo sus momentos cercanos, como cuando el diplomático recordó la candidez de la familia de Domínguez Brito. Como es costumbre, Brewster estuvo acompañado de su esposo Bob Satawake.

A manera de justificar el reconocimiento, Domínguez Brito resaltó que Brewster trabajó durante sus tres años de gestión desde el 26 de noviembre del 2013, por la transparencia, la institucionalidad y le reconoció sus esfuerzos en materia de justicia, medio ambiente y el fortalecimiento de las entidades de la sociedad civil. El ministro trajo a memoria, porque él mismo fue testigo, la capacidad del diplomático de defender a República Dominicana en cada escenario al que acudía, “lo vi en Washington, en la frontera…”.

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