Los libaneses votan en las primeras legislativas en nueve años
BEIRUT, (AFP) -Los libaneses votaban este domingo en los primeros comicios legislativos en nueve años, unas elecciones que no deberían alterar el orden político en este país, donde los equilibrios son frágiles y están sometidos a la ruda prueba de la inestabilidad en la región.
Los centros de votación abrieron a las 07H00 (04H00 GMT) para recibir a cerca de 3,7 millones de electores, en un ambiente marcado por las fuertes medidas de seguridad.
El parlamento, compuesto por 128 diputados, debería estar dominado por los partidos tradicionales, entre los que figura el poderoso Hezbolá chiita, un aliado de Siria y de Irán, estimaron analistas.
En los últimos años, el país vivió varias crisis políticas que logró capear apenas para evitar estallidos de violencia. Pero su entorno geográfico es sensible, con la guerra de Siria en su frontera y con Israel a poco más de 100 kilómetros de la capital. Este domingo entre 20.000 y 30.000 policías y militares están desplegados para garantizar la seguridad de la elección, dijo el ministerio de Interior.
La población no espera grandes cambios en estas elecciones. Sus mayores preocupaciones son la corrupción política, las acusaciones de nepotismo, que señalan a los mismos partidos de turnarse en el poder mientras la economía se tambalea.
Ante un centro de votación en Beirut, las fuerzas de seguridad verificaban la identificación de los electores y les indicaban donde votar. “Es la primera vez que voto”, contó Thérèse, una sexagenaria.
“Vengo a apoyar a la sociedad civil, porque ningún otro me gusta en este país, aunque pienso que no van a ganar”, dijo la votante que se declaró a favor de apoyar la llegada de “sangre fresca” al poder. En la ciudad de Tiro, en sur del país, Jalal Naanou, expresó la misma convicción. “Vinimos a votar y a trabajar por el cambio, para tener nuevos diputados, porque sin cambios nuestra situación va a seguir siendo la misma, o va a empeorar”, dijo el joven de 28 años.
Los 1.880 recintos de votación van a cerrar a las 19H00 (16H00 GMT) y los resultados podrían ser anunciados al día siguiente en las 15 circunscripciones.
– Hezbolá
La campaña, con muy pocas mujeres entre los candidatos, se desarrolló sin incidentes. Pese a las profundas divergencias las decisiones políticas de envergadura son la mayoría de las veces adoptadas por consenso entre fuerzas políticas rivales.
Los analistas proyectan que Hezbolá, la única formación que no abandonó las armas después de la guerra civil (1975-1990), debería seguir dominando el tablero político. Este grupo chiita podría beneficiarse de la fragmentación del paisaje electoral.
“El nuevo parlamento no va a ser una fuente de inconveniencia para Hezbolá. Se va a beneficiar de la ausencia de una amplia coalición que le haga frente”, estimó Imad Salamey, politólogo de la Universidad Americana de Beirut.
Las últimas legislativas en el Líbano fueron en 2009. El parlamento prorrogó en tres ocasiones su mandato, aludiendo los riesgos de seguridad vinculados al desbordamiento de la guerra en Siria.
Hay cerca de 597 candidatos en 77 listas en competencia, que marcaran las primeras legislativas organizadas por el sistema proporcional.
En Líbano, según una regla no escrita, los tres cargos más importantes del Estado se atribuyen a un cristiano maronita (presidente), un musulmán sunita (primer ministro) y un musulmán chiita (jefe del Parlamento). Toda la vida política se organiza alrededor del sutil reparto confesional entre las múltiples comunidades.
– Temas espinosos
Una nueva ley electoral de 2017 incita a los candidatos de la sociedad civil a intentar entrar en las instituciones. Un caso destacado es la coalición de independientes “Koullouna Watani”, que invita a los electores a movilizarse contra los políticos tradicionales.
Líbano, que acoge a 1,5 millones de refugiados sirios, no ha escapado a las consecuencias del conflicto.
Hezbolá interviene militarmente en apoyo al régimen sirio y aunque este compromiso divide a los políticos, los candidatos evitaron hablar de la cuestión de su arsenal militar, un tema espinoso.
Su gran rival, el primer ministro sunita Saad Hariri, que en noviembre de 2017 anunció su dimisión desde Arabia Saudita (posteriormente retirada), debería conservar su puesto, aunque su formación, Corriente del Futuro, se arriesga a perder muchos escaños.
El próximo parlamento deberá hacer frente a varias cuestiones políticas, sociales y económicas de gran envergadura, ya que el país sufre cortes eléctricos periódicos desde hace años, la falta de agua es habitual y desde hace tres años perdura un conflicto para gestionar la basura que genera crisis cíclicas. Además Líbano tiene prevista lanzar sus primeras exploraciones de hidrocarburos en el Mediterráneo, un posible salvavidas financiero para ayudar a un país que vive ahogado por una deuda pública colosal de 150% del PIB, la tercera más alta a escala mundial.
